3 abr 2014

Woody






A mí me sucede lo contrario, nadie se ríe con mis chistes pero practicando sexo nos partimos el culo.
Me refiero a que nos reímos fuerte.

Yo lo hago por acompañar, por no romper la magia del momento. Pero nunca le veo la gracia.
Quizá sea por los calcetines de ejecutivo que me llegan hasta las rodillas. Se estiran tanto que parecen medias. Pero es que sin unos calcetines largos, de esos que me aprietan los gemelos y me cortan la circulación siento que voy desnudo y follar desnudos es hacer el amor.
No quiero enamorarlas en la primera cita, pero tampoco tengo la oportunidad de acudir a una segunda.

Dicen que cuando nos reímos se contraen 15 músculos faciales, el diafragma y otros músculos del pecho, así como el abdomen. La frecuencia cardiaca se dobla, aumenta la presión sanguínea, la respiración se hace más rápida y profunda, se liberan hormonas y se activa el metabolismo.
Yo provoco todo eso con el simple hecho de bajarme los pantalones.

Soy un tipo sensualmente gracioso. Un cómico del sexo. Un monologuista de la pasión.
Por la risa y por las veces que me toca hacerlo a solas.
Hasta ahora no he tenido la oportunidad de hacerlo sobre un escenario. No es que me pongan especialmente los lugares extraños, pero vista la frecuencia con la que practico el sexo estoy como para elegir el sitio.

Hay situaciones en la vida en la que desapareces del mapa, lo de alrededor no existe.
A mí me pasa con las mujeres, el proceso de conocernos, cenar juntos, ella ríe mis desgracias, yo le lleno la copa de vino infinitas veces, al de un rato ambos reímos... son tales las ganas, que lo haríamos sobre la mesa de aquél local mientras el camarero retira los morros de cerdo de la barra que a su vez limpia con una sucia bayeta.

La otra situación en la que desconecto del mundo es cuando hablo por el móvil.
Haga lo que haga lo hago por inercia, ya sea caminar, conducir o seguir tatuando a un cliente.
¿Nunca os ha pasado? Salís a dar un paseo, os llaman al móvil y cuando colgáis estáis en otro estado, habéis cruzado la frontera y sufrís jet lag cerebral.

Antes he comentado lo del tatuaje, no soy tatuador, pero es que a veces miento como un bellaco.
Desgraciadamente el momento "calcetines" no es mentira. Sucedió, una sola vez, pero sucedió.
A decir verdad, sólo he tenido la oportunidad de hacer algo divertido sin reirme en aquella ocasión.
Hoy es el día que lo recuerdo y lloro fuerte.

Woody Allen es un gran tipo, le admiro. Pero tiene pinta de llevar calcetines de ejecutivo.



@TRYBALblz

2 comentarios:

  1. Woody Allen no sólo lleva calcetines de ejecutivo, si no que además lleva ligas para sujetarlos jajajaja
    Saludos, con tu permiso me quedo por aquí.

    ResponderEliminar