15 may 2014

Albert Guinon





Yo no puedo exigirme más. Soy perfecto. Un auténtico súper-héroe.
Pero no me gusta presumir, no quisiera que cambiase mi vida.
En ese aspecto doy gracias a la gente cercana, que respeta mi anonimato.

-Paco, tú que eres amigo mío desde siempre, sabes cómo me llamo, ¿verdad?
-Si, claro.
-Ok, entonces prométeme esconder lo de mis súper poderes.
-¿Qué súper-poderes?
-Gracias Paco.

No soy ninguno de los personajes que estáis pensando.
No soy Superman, pero cuando detecto un problema salgo volando.
No soy Spiderman, pero cuando algo me agobia me subo por las paredes.
No soy Flash porque no podría mantener en el anonimato mis datos de running.

Pero tengo mis poderes especiales, soy súper-pesado, súper-tímido, súper-despistado y súper-impaciente.
Lo tengo todo. Papi.
Con los años voy perfeccionando algunos y descubriendo otros nuevos.

No recibo señales en el cielo, ni llamadas en un teléfono rojo, el mío es un Nokia 3360.
Mi coche no es un bólido que dispara redes por la delantera mientras vierte aceite por la trasera para deshacerme de los villanos, bueno, un poco de aceite sí que pierde. 
No es un cochazo letal, conduzco un familiar.
Sin asientos de esos que salen disparados, la mayoría tienen Iso-Fix. "La seguridad de los míos es lo primero". Es uno de mis lemas.

Nadie ha filmado ninguna trilogía contando mis cosas.
Tampoco han dibujado un cómic con mis andaduras, pero tengo mi propio dibujo.




Soy el de la barba y los 9 pelos.
Mis orejas son gigantescas, sumo 5 dedos entre las dos manos, tengo un brazo más largo que el otro, pero aún así soy su héroe.

Mi hija (la de la derecha) conoce los poderes de sus personajes favoritos, saltan, vuelan, corren y pelean mejor que yo, pero no pueden hacer algo que es mucho más importante. Estar a su lado a diario, en todo momento, hasta el infinito y más allá.

Yo pienso que soy un garabato de persona.
Mi mujer a veces me ve como un ser ridículo y otras imagina que soy Bradd Pitt.
Para cada persona somos alguien, con suerte. Para muchos ni eso.
Pero cuando tienes peques el resto da igual.
La vida pasa más deprisa, nuestras prioridades son secundarias.



Las misiones son más de andar por casa.
Desayuno, cole, comida, cole, merienda, parque, baño, cena, cuento y a dormir.
Todo ello con la paciencia necesaria para no explotar a media jornada.
Un padre agota a diario la energía suficiente como para iluminar 3 poblados de Angola y parte del extraradio.
Pero cuando los enanos se acuestan y nos dan un beso de buenas noches acompañado de un fuerte abrazo, nuestras energías se recargan. Tienen ese súper-poder.

En el fondo ellos son los verdaderos héroes, nosotros vamos aprendiendo a serlo a su lado, sobre la marcha.


@TRYBALblz

2 comentarios:

  1. Te veo blandito, así que también eres superblandita. Supersoftman o softman, vamos. Y te entiendo. Los peques molan cantidad y te hacen mejor persona: ése es su superpoder y no otro: que sacan lo mejor de cada uno.

    Un abrazo a tus peques y a ti un coscorrón por cursi.

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    1. También tienen el poder de hacer pasar el tiempo sin que te enteres, "Hacer un Guardiola" lo llamo yo, que en 2 años envejeció 10. Pero no merece la pena quejarse, de esto no, todo lo contrario, Gracias y prometo no ser tan ñoño. Abrazos

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