29 may 2014

Pero como amigos




Pero solo como amigo.

Los amigos no te quieren, te estiman, te cogen cariño, darían todo por ti, pero “Querer”… eso son palabras mayores, a no ser que estéis borrachos como una cuba, meando entre dos contenedores, detenga la respiración, te mire a los ojos y armado de valor se sincere.

“Joder, Toñín, quiero que sepas QUE TE QUIERO MAZO.”

Entonces sí que es amor verdadero. Por varias razones.

1-      Porque no viene a cuento.
Es fácil decir te quiero en un ambiente romántico.
Hace poco acudí a una cena en un local que irradiaba tranquilidad, debe ser el ZEN ese.
Tenía sofás de tela en la calle. El hilo musical simulaba el sonido de un amanecer en la selva de las Yungas. El mar de fondo, a escasos metros, la luna llena, bañándose entre las olas. Las velas parpadeaban con cada suspiro nuestro. Así cualquiera se anima, estuve a "esto" de entrarle a mi suegro.  Es que lo tenía justo enfrente. No sé qué me pasó. El ZEN.

2-      Estáis meando juntos.
Cuando sois novios el otro no mea. Ni caga. Es decir, eso forma parte de su lado oscuro, pasado oscuro quizá. Cuando alguien te gusta no te la imaginas haciendo pis. No pasa por tu cabeza tal locura.
La mujer de tus sueños dejó esas costumbres por ti. Eso es, es perfecta.
Yo llevo un tiempo viviendo con mi pareja y cierro el pestillo cada vez que entro. Ella ni se imagina que cago.
Sal ya del puto baño, qué leches estarás haciendo.” Comenta cegada por el amor.

3-      Todo lo demás no importa.
Cuando estás frente a tu pareja, quien dice frente dice encima, debajo, de lado… el mundo se para.
Lo de alrededor no importa. Pierdes la vergüenza y te llenas de pasión.
Es más, cuanto más raro el lugar, más morboso. Dejarse llevar delante de todos los demás es pasional, sincero y en algunos sitios delito, como en el pasillo de embutidos del Eroski. Pero eso es agua pasada, además mi suegro me hizo la cobra.
El caso es que si un amigo es capaz de sincerarse entre dos contenedores, con toda la gente revoloteando a vuestro alrededor, eso es amor.


4-      No tienes el mejor aspecto.
El maquillaje es el photoshop manual de las mujeres reales. Las de las revistas no existen. No le deis más vueltas, me lo ha dicho mi mujer.
Pero ojito con las reales, que a veces tampoco son lo que aparentan.
¿Quién no se ha acostado con una diva y se ha levantado con Conchita? Una mala noche la tiene cualquiera, ¿pero dos? Es entonces cuando aprendes a detectar las falsedades. Las extensiones, las uñas de porcelana, el botox, las pestañas extra-largas, las lentillas de colores… Te vuelves un experto en la materia, por la cuenta que te trae y aprendes a elegir a la persona bella por dentro y por fuera, si no se dan ambos casos no funciona.
Te pasarás el resto de la vida con quien elijas, le verás al amanecer, con las sábanas pegadas, sin maquillaje y con ese peinado de “he venido en moto, sin casco, rozándome la sien con todos los quitamiedos que había en la carretera” y aun así debe gustarte.
Tu cara tras horas de borrachera, entre esos contenedores, debe ser un cuadro, uno abstracto. Tu amigo te debe querer mucho.

5-      No te ha llamado por el móvil, borracho perdido, a altas horas del fin de semana.
Todos sabemos que esas llamadas no cuentan. Que se hace por lo que se hacen pero al día siguiente ni se recuerdan. A no ser que te dé por leer los wasap mientras deseas fuerte que dos sicarios vengan y te lleven con ellos, lejos, sin retorno, sin wifi.
Vaaaaale, tu colega se ha declarado en una situación parecida, pero sin móvil de por medio. Dando la cara, a la vieja usanza. Tu amigo es un clásico, un romántico, y eso es de agradecer.


Si cumple esos 5 pasos, la declaración es oficial, real, y deberías planteártelo al menos.
Pero ojito, cuesta mucho ganar un amigo y muy poco perderlo. “Cruzar esa delgada línea que separa la amistad del amor es algo muy violento.” Me recuerda mi suegro vía wasap.
El muy canalla me está echando en cara el quinto paso. 
No sé por qué me pongo así con él, no me van los tíos, ni siquiera es mi amigo, pero me envía señales confusas y uno no es de piedra.

Todo sucedió en mi boda, coincidimos en el baño, me miró, me dió un fuerte abrazo y me dijo…

“Joder, Toñín, quiero que sepas QUE TE QUIERO MAZO.”

@TRYBALblz

2 comentarios:

  1. Es posible, y solo posible, que malinterpretaras esos gestos, aunque mear entre dos contenedores es algo que une mucho.
    Saludos.

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  2. ¿Y lo de mi suegro? Muy fuerte.
    Saludos

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