22 may 2014

Napoleón Bonaparte









Sobre todo si caminas con dos copas de más. Pero yo controlo.
He dado más pasos hacia atrás que adelante, eso sin contar los laterales, diagonales y transversales.
Mi programa de datos de running me da negativo, he desandado.
He creado la ruta garabato. Mañana pienso colgarla en Facebook.
Eso si me acuerdo, aunque por ahora soy consciente de dónde estoy, de cuál es mi casa y dónde tengo las llaves. Es más, este 141 borroso es mi portal.

Vivo en un primero, llevo 4 minutos subiendo y bajando escalones pero ya llego.
Saco las llaves del bolsillo, el otro bolsillo, no, el de la derecha, ¡coño, las llaves!
No preocuparse, las tenía en las manos desde sabe Dios cuándo.

Cojo una al azar y entra a la primera. Giro y la puerta se abre. Menos mal, porque vengo meándome desde el portal. Corro al fondo a la derecha del pasillo y me meto en el baño.
A oscuras, a lo loco. Confieso que quizá no sea el mejor momento para mear sin luz pero es que no podía aguantar un segundo más. La saco, meo y todo da vueltas mientras siento un escalofrío de placer.
Sacudida a ciegas, me subo la cremallera y no os lo vais a creer, la luz se enciende sola.

La situación es la siguiente, descubro que aquel lugar no es mi baño, es un armario ropero, he meado entre la colección primavera-verano de alguien y lo que es peor, tras de mí se abre una puerta. El tiempo se para. Mil cosas se pasan por mi cabeza. ¿Dónde estoy? ¿Quién está abriendo la puerta? ¿Desde cuándo se lleva el color salmón? ¿Estamos locos o qué?





Me voy a girar, ya que todo gira… así descubro quién me va a descubrir.

No os lo vais a creer. Era yo. El tipo ese que abría la puerta era yo pero otro.
No era mi otro yo interior, eso es una locura, era otro yo a secas abriendo la puerta. Una situación incómoda donde las haya.

-Hola.
-Shhh… ¡Calla! (me ordenó callar) (me ordené)
-Ey, tú eres yo.
-¡Has meado en el suelo de un armario!
-Yo pensaba que era el baño.
-¿Baño? Qué cojones, si no es ni tu casa.

Normalmente, si vas pedo, tardas la vida en abrir la puerta, la llave se cae, no entra, gira hacia otro lado… sin embargo yo he conseguido abrir a la primera una cerradura que no era ni la mía. Soy un Ninja. Aproveché la situación para hacerle unas preguntillas.

-¿Cómo que no es mi casa? ¿Y dónde estoy?
-No lo sé. Y habla más bajo, joder.
-Un momento, no te hagas el loco, tú, tú… ¡eres yo!
-Yo no soy tú. Yo soy yo.
-Pero yo soy yo.
-Te equivocas, cuando te emborrachas no eres tú mismo.
-¿Qué quieres decir?
-Pues que te conviertes en una caricatura de ti.
-¿Y puedo verte? ¿Tú eres yo sereno?
-La verdad es que esto no debería estar sucediendo, ¿qué coño has bebido?
-No sé, todo, supongo. Había barra libre.
-Mira, no es hora de buscar explicaciones, debemos salir de esta casa.
-Yo quiero ir a mi casa, aunque, por una parte, nunca he salido de fiesta conmigo, es decir, contigo.
¿Te hace una última copa?
-Yo no bebo.
-Ya, lo suponía.
-Salgamos de aquí, la puerta está al fondo del pasillo, a la izquierda.
-Perfecto, yo te sigo.

Ambos salimos del armario. Vaya, dicho así suena raro. Imaginaos que por lo que fuera alguien nos viese a los dos salir del armario, sería una situación incómoda, pensarían que somos... gemelos, y yo no tengo hermanos. Lo cual me conmovía aún más, ese yo era como el hermano que nunca tuve, no quería que terminase ese momento jamás.

-¿Estás llorando? ¿Te pasa algo?
-No, snif, estoy bien, muy bien diría…¡dame un abrazo! ¡Te quiero mucho!
-Estás borracho.
-Ya, pero sé lo que digo.
-Shhh… calla, la puerta de la calle se está abriendo.
-¿Somos más?
-¿Cómo?
-Qué si van a aparecer más personas como nosotros.
-No hay más personas como nosotros.
-Vaya, hubiera estado bien.

No había más clones, pero alguien estaba entrando en aquella casa.
No os lo vais a creer, era Sebas, mi cuñado.

-¡Sebas! (grité)
-¿Ein? (Dijo extrañado)

Sebas miraba raro, como si no recordase su propio nombre.

-¿Es a mí?
-Joder Sebas, qué susto, no te lo vas a creer pero debo tener tus llaves y me he metido en tu casa por error, ya ves, el subconsciente me ha debido traer aquí.
-¿Quién es Sebas?
-¿Has bebido?
-Mucho.
-Ya, eso imaginaba. ¿Y viene alguien contigo?
-¿Quién va a venir?
-No sé, otro como tú. Mira, este soy yo pero en plan aburrido.
-¿Quién?
-Este chico.
-¿Has bebido?
-Mucho.

Fue probablemente la conversación más surrealista que había mantenido en mi vida.
Sebas no recordaba su identidad, y encima no veía a mi otro yo. Cosa que ponía en duda mis actos.
¿Quizá no había otro yo? ¿Sería mi subconsciente? ¿Cómo debe oler el ropero ahora?

-Yo me piro a la cama.
-No jodas Sebas.
-Tienes Ginebra en el mueble bar.
-Descansa.

Sebas desapareció por el pasillo y nos quedamos a solas nosotros dos, él sentado en una butaca y yo de pie, sirviéndome un cóctel sencillito.



-¿No sería mejor que te acostases?
-Es el último, lo prometo.
-A mi me da igual, lo digo por ti.
-Yo estoy bien.
-Si no es mucho preguntar... ¿Por qué bebes? ¿Acaso no quieres dejar de ser... lo que eres ahora? ¿No quieres volver a ser yo?
-Básicamente bebo para integrarme.
-¿En una realidad alternativa?
-Es mi realidad.
-Por poco tiempo. Mañana te costará recordar lo que hiciste hoy.
-Bueno, mañana habré desaparecido.
-En parte sí.
-Volveré a ser tú.
-¿No te gusta serlo?
-Si, mucho, por eso quiero pasar más tiempo contigo.
-Pero mañana no serás consciente de esto.
-Como cada día.
-¿A qué te refieres?
-Nunca he llegado a admirarme. Ahora lo hago.
-Brindemos.


@TRYBALblz

4 comentarios:

  1. Sois unos enfermos mentales, pero tú más que el otro. Es decir, él. Y el alcohol, al que tú tratas aquí injustamente, es un ser divino y muy mal tratado por la prensa, la prensa del pelo la que peor lo trata: prende y tal. Ayer me dije, manzanas traigo, pero para beber una sidra.

    Sebas, qué gran tipo. La ginebra era para un gintonic, no para un cóctel sencillo. Espero que le pusieras arándanos, pero no prensados, que la prensa nos trata fatal.

    Adiós a los dos, es decir a ti. Él sabe lo que te dices.

    Eso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Menos mal que escribí todo esto, si no no recordaría nada. A veces es mejor eso, hacernos los locos. El Sebas lo mismo te lanza 3 botellas que te atrapa 2 al vuelo, un crack. Gracias por tu comentario.

      Eliminar
  2. jajajaja, muy bueno. Hacía tiempo que no leía algo tan bueno.
    La próxima vez que beba, quiero decir, que beba demasiado, buscaré a mi otro yo. Siempre es bueno tener a tu lado a alguien que te guíe. Sobre todo si es alguien que te conoce tan bien...
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Como dices tú mismo en una de tus canciones: You`ll Never walk alone. Muchas gracias por el comentario, me alegro de que te haya gustado.

      Eliminar